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viernes, 30 de agosto de 2013

¿Ya está decidido el fallo de la Corte sobre la Ley de Medios?

El domingo Santiago Marino en La otra.-radio. FM La Tribu, medianoche


Entre amigos y compañeros cundía el escepticismo acerca del fallo de la Corte sobre la constitucionalidad de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. La tendencia mayoritaria era interpretar estas dos jornadas de audiencia pública como una maniobra dilatoria que por sí misma favorece a Clarín. Un pretexto para seguir estirando los plazos, ya escandalosos, como bien dijo Verbitsky antes de ayer: cuatro años que esta ley espera por su plena vigencia. ¿Hacía falta esta audiencia? ¿No fue la Ley lo suficientemente debatida en el momento de su aprobación? Mis amigos creen que la Suprema Corte, más allá de la decisión política de Néstor de jerarquizar el Poder Judicial con la independencia de sus miembros, responde finalmente a la inercia de los poderes fácticos de la Argentina Normal y están a punto de asestarle al gobierno una nueva derrota. Algunos indicios parecen favorecer el escepticismo: que la Corte no haya convocado a otros sectores de la comunidad que podrían estar interesados en terciar en el debate y que todo se haya limitado a una equiparación entre el estado argentino y una empresa con posición dominante muestra que la Corte hizo valer un criterio reduccionista: "hay un país afuera" (de esta audiencia) reprochó Verbitsky mirando a Lorenzetti.

Es cierto que resulta llamativa la ausencia de Zaffaroni, que el miércoles se levantó después de escuchar solamente dos exposiciones y ayer jueves directamente no apareció, sin dar explicaciones. Parece una sobreactuación de su desinterés. ¿La importancia del tema en debate no ameritaba su participación? ¿Su desplante responde a una interna politica de la Corte? Algunos creen que esa ausencia puede interpretarse como una evidencia de que todo está decidido y que por eso Zaffaroni no quiere prestarse a una puesta en escena para el lucimiento de Lorenzetti. No tengo una explicación mejor, pero tampoco me termina de cerrar la idea de que es pura dilación y que la inconstitucionalidad de la parte sustancial de los artículos sobre adecuación ya está jugada.

Esto es posible, pero no necesario. ¿Por qué tengo dudas? Porque estas audiencias han servido para reinstalar un tema que parecía políticamente agotado. Si la Corte quisiera simplemente liquidar al gobierno, sería más fácil no hacer olas, esperar una derrota del kirchnerismo en octubre y en medio de un clima de desbande sacar el fallo. No es imposible que eso pase, pero la Audiencia Pública no parece funcional a esa estrategia. La Audiencia sirvió para movilizar a la militancia y revivió una causa pendiente: un mérito indudable del kirchnerismo que cualquier gobierno futuro de otro signo debiera agradecer es que haya quedado visibilizado el poder de fuego de los medios y, de manera despiadada, el de Clarín, como una amenaza extorsiva contra cualquier gobierno democrático. Aún ganando Clarín este pleito, la exhibición descarnada de sus intereses podría llevar a un descrédito irreparable de la máscara periodística detrás de la que Magnetto se ocultó por décadas. Una victoria pírrica. ¿Será tan fácil volver atrás, aun cuando el kirchnerismo salga derrotado? Un amigo me dice que Clarín va a salir fortalecido. Creo lo contrario.

Pero además, el desarrollo de las audiencias, y sobre todo la segunda jornada, permiten poner en duda que se trate simplemente de una puesta en escena. Cuando tenían que exponer las partes en litigio, la Corte, sin previo aviso, sometió a los representantes de ambas a un extenso cuestionario, con preguntas muy precisas e incisivas, que mostraban que Lorenzetti tiene un conocimiento profundo del caso. Y que repreguntó con mucho rigor, sin permitirle a los expositores que se fueran por las ramas. El dato sorprendente es que este giro imprevisto mostró mejor parado al gobierno que a Clarín en sus argumentaciones. Si Lorenzetti solo se proponía legitimar una decisión en favor del Grupo, estas audiencias le restan argumentos y después de ellas un fallo de inconstitucionalidad dejaría a la Corte más en evidencia. El mal desempeño de los representantes de Clarín muestra que este giro los sorprendió y que no puede decirse que en este punto ellos estuvieran avisados.

Fue muy interesante seguir los pormenores de las audiencias a través de twitter, prestando atención a algunos especialistas en derecho y en medios de comunicación que emergen como las estrellas analíticas de las redes sociales, ahora que el brillo de los blogs parece estar apagándose y que los grandes diarios se vuelven ilegibles. Los que explican con claridad, solvencia y rapidez estos asuntos son tipos como Gustavo Arballo (@GustArballo), Santiago Marino (@santiagomarino), Lucas Arrimada (@lucasarrimada) y Martin Becerra (@aracalacana). Son referencias imprescindibles. Ayer me interesó mucho el seguimiento que hizo en twitter Gustavo Arballo. Es muy recomendable leer el post entero, pero acá cito el tramo de las conclusiones:

Audiencia mucho más interesante de lo que hubiéramos pensado, y de lo que pensaban escépticos. Mi evaluación es que Clarín la pasó realmente mal en varias preguntas. Esto también pasó en el mano a mano fuera de lo legal: el perito del Estado fue más escuchado y menos interrumpido que el perito de Clarín. Underperformance de los titulares de lo que debería ser un equipo triple A, y que demostró ser inferior a varios de sus amicus de ayer. Poca coordinación (y diré: poco feeling ente sí) entre abogados, claramente sacados de su zona de comfort. Sin el GPS de su exposición libretada, tardaron más en recalcular. Gelli funcionó mejor en este contexto (tengo entendido que no es titular regular en el equipo, sino un refuerzo invitado para este partido).

Punto alto del Estado: Con leves vacilaciones en el medio, estelar performance de Peñafort que emerge como estrella absoluta de la Audiencia.

Claramente lo mejor del Estado, respondiendo con solvencia preguntas difíciles, que no eran pocas, sin agresiones gratuitas y con mucho background técnico, y logrando -a nuestro juicio- lo que a priori parecía improbable y que nadie consiguió: conexión empática con los jueces, aún pasándola no del todo bien al hacerse cargo de lo de licencia como "mero privilegio" (detalle: no se esté discutiendo con eso un término de la ley sino un término utilizado en el Recurso que se presentó ante la Corte).
No es una pelea que debamos puntuar. Los dos cometieron errores que no juzgaremos, porque es mas fácil verlo desde una silla que jugar en grandes ligas, los dos se equivocaron diciendo cosas no del todo convenientes para su postura, y se deben estar reprochando no haber sido más claros o explícitos en cosas que no dijeron. Creo que al final de la audiencia Clarín tiene más cosas que lamentar (debieron hacerlo mucho mejor) en términos de su desempeño, que el Estado. Dicho de otro modo: a Clarín si hoy le daban a elegir un escenario en que la audiencia no existía, claramente lo preferiría. Esto no significa que haya habido paliza de nadie a nadie, ni que esté claro cómo va a fallar la Corte. Puestos a especular, asumimos que lo hará con un intermedio entre la resolución pro-Ley que tomó Alfonso en primera instancia y la resolución pro- Clarín que tomó la cámara (y no, como muchos pensaban, con una categórica confirmación de ésta). [Completo acá]

¿Entonces? Entonces no sé. Creo que el debate sobre los medios es un gran aporte de la década kirchnerista y que difícilmente este tema pueda salir de la agenda de discusión política cualquiera sea el resultado de las elecciones. En política del siglo XXI, el tema de los medios vino para quedarse. El fallo de la Corte entonces va a trascender la coyuntura, para bien o para mal. ¿Querrá Lorenzetti ser el Cleto Cobos de la Ley de Medios? El ,kirchnerismo tuvo en 2009 una espectacular victoria política al sancionar la Ley y después fue dilapidando aliados y se enredó en las trampas que le fue tendiendo Clarín, que volvió a ganar terreno desde 2011 hasta hoy.

Lo que sea, lo sabremos pronto.

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