todos estamos igual

martes, 1 de marzo de 2011

Sin salida

Rompecabezas Wittgenstein 5

por oac

(viene del capítulo anterior) Una proposición tan simple como “la sábana es azul” no puede ser comprendida si sólo se la toma como representación de un hecho real –y recordemos que este tipo de proposiciones son el núcleo puro y duro de la filosofía positivista. No conocemos objetos simples por nuestra percepción, conocemos objetos complejos: vemos una superficie azul, no vemos los puntos azules que la componen. Esto Wittgenstein ya lo advertía en su diario de guerra. Además, ¿cómo podemos saber que comprendemos el significado de la palabra “azul”? ¿y cómo saber si otro comprende esta palabra? Podríamos aventurar que comprenderla es saber cómo los hombres la utilizan, pero esto no resuelve el problema, ya que abre otros frentes de conflicto. “¿Comprendo una palabra cuando describo el modo como es aplicada? ¿Comprendo su propósito? ¿No me estoy engañando acerca de algo importante?... No sé por qué los hombres que usan esta palabra actúan así, no sé cómo interviene el lenguaje en sus vidas... ¿No es el significado de la palabra la manera en que este uso interviene en la vida?... El lenguaje interviene en mi vida y lo que se llama lenguaje es un ser que consiste de partes heterogéneas y la manera en que interviene en la vida es infinitamente diversa.” (Gramática filosófica, 1931).

La concepción positivista -que reduce la realidad a un conjunto de hechos representables mediante proposiciones simples- conduce a un callejón sin salida, porque sólo hay “simples hechos” si hay proposiciones simples que al nombrarlos, los delimitan; y las proposiciones simples son, en sentido estricto, simplemente imposibles. Wittgenstein llegó a esta conclusión después de haberse tomado en serio el proyecto positivista y de haber caminado por ese callejón hasta el fondo. O sea: ser positivista es no ir hasta el final, no querer llegar.




¿Cuánto te tocará vivir la otra mitad?

¿Alguna vez tuviste la experiencia de estar a salvo? Digamos, no a salvo de una tormenta, porque en medio de la noche encontrarás un refugio; no a salvo de la tristeza, porque la persona a la que amás también te ama. No: sentirte a salvo, pase lo que pase. Aunque estés a la intemperie, empapado y helado, despreciado por la persona que amás: a salvo. Esto es la experiencia del amparo, absurda para una mentalidad científica, dado que el amparo no es representable en el lenguaje proposicional, porque desborda el límite de lo que una proposición puede contener: una taza de te sólo puede recibir el volumen de una taza, por más que se vierta  en ella un litro. La experiencia del amparo, pase lo que pase, es un sinsentido que queda afuera de la cadena de los hechos naturales (es de noche, llueve, hace frío, el techo es blanco, las sábanas son azules, etc.). El amparo no es de este mundo, y sin embargo es lo único que le puede dar valor a una vida.

Esta experiencia absurda nos lleva a arremeter contra los límites del lenguaje. No se puede escribir un libro sobre ella o, mejor dicho, si pudiera escribirse un libro sobre ella, en el acto se pulverizarían todos los otros libros del mundo.

Esto les decía Wittgenstein a unos oyentes algo sorprendidos, que el 2 de enero de 1930 asistieron en Cambridge a escuchar su Conferencia sobre ética.




Citizen Wittgenstein

¿Tendrá sentido escribir este texto? ¿Se podrá conocer a un hombre por medio del relato apurado de unas páginas que mezclan versiones de su vida y versiones de su pensamiento? ¿Es lícito hacerlo justamente con Wittgenstein, quien por años tejió tan amorosamente su silencio? ¿Habrá sido así, como yo lo escribo? Las palabras son como la piel sobre el agua profunda. ¿Y si pudiera decir yo algo, no con palabras sino entre los puntos y aparte? ¿Y si Wittgenstein fuera sólo el pretexto para señalarlo no a él: a otro?

The End

No, Wittgenstein no se suicidó, murió de cáncer a los 62 años, el 29 de abril de 1951. Fue enterrado en el cementerio de St. Giles, por el rito católico.

(Quizá  no sea el fin todavía)

2 comentarios:

Liliana dijo...

Con respecto al sentido del texto, al "relato apurado" de su vida y de su pensamiento:

Las reflexiones sobre el amparo algo me dijeron...Sentí que Wittgenstein estaba cerca mío

carmen dijo...

Sugestiva la imagen del blog ¿todos esos oscares están ahí o son imaginación mía'