todos estamos igual

domingo, 2 de agosto de 2009

Me hace mal la belleza


por oac

N° 1, n° 2, n° 3... Estas películas de hamor an sido un certero golpe al corazón tras otro. Es cosa de artistas, los más competentes para este tipo de mazazos, de demoliciones. En el caso de la de ayer, Love Streams, se produce el mágico cruce de una pareja que ha tenido un gran amor en la vida real y además encarnaron la conjunción óptima como sociedad artística. Gena Rowlands y John Cassavetes se aman y eso está impreso en el celuloide. Y nos han hecho partícipes a los simples mortales de ese amor tan feliz. En Love Streams durante la primera hora sus historias corren paralelas y a la hora exacta se juntan en un plano, arriba del taxi que trae a ella a la casa de él, después de su fallida incursión parisina. Y cuando los dos se juntan en un mismo plano, se abrazan y se besan (pero no con el tipo de besos que tú crees), la terra trema.

Y el cine prolonga el amor hacia nosotros, después de nosotros. ¿Se puede imaginar una historia de amor más perfecta? No sé, no estuve en el smoking de John ni en los tacos de Gena para decir si todo ha sido tan luminoso como se ve en la pantalla, pero en esto el cine no miente: si una poderosa corriente de amor no los atravesara, no habría sido posible una película así, una filmografía así.

Por eso, después, en el debate, me llamó un poco la atención que predominaran los enfoques jurídicos sobre el amor: que el personaje de John no era un buen padre, que no sabían expresar el amor, que no podían contener a sus respectivos hijos. ¿Qué película habré visto yo en esas dos horas? ¿O vino un ejército de empleados del poder judicial, encargados de emitir un dictamen acerca de la inconveniencia de la tenencia de la descendencia?

Bueno, tampoco me puedo jactar de nada, el domingo pasado intenté decir un par de cosas sobre el amor en el programa de radio y lo que salió fue una cosa informe, era un balbuceo más que triste, feo, un rodeo de frases truncas, un jardín de malezas, una porquería, bah. Parecería que la autoridad para expresar la naturaleza del amor es del artista, cuando lo hace artísticamente. Eso es lo que nos están dejando estas películas de amor.

Ayer al final del debate circulaba una perplejidad, todos parecían saber de qué se trata el amor pero nadie, nadie, tenía la menor idea. Vamos a ver si con las siete películas restantes se empieza a redondear una conclusión. Bah, no.



Pero con estas películas no sé si llego bien al fin del ciclo.

8 comentarios:

julieta eme dijo...

buenísimo que subiste el video. y en cuanto a tu respuesta de abajo, está muy bien.

beso.

liliana dijo...

Qué buen fallido al teclear, Oscar!
Ese "hamor", así, con hache, es bien inadecuado, y el debate de ayer pivoteó sobre la adecuación, en términos adaptativos: se trataba de amar "adecuadamente"...

Muy bueno el ciclo, hasta ahora. Nos deja a todos un poco perdidos, un poco inseguros (en estos tiempos en que tanto se habla de la "seguridad"!)

Anónimo dijo...

les mande un mail a la direccion de tallerlaotra, gracias!

meridiana dijo...

bueno Oscar, he quedado un poco perpleja con el debate porque nunca pensé que la cosa iria por ahí.

a mi me quedaron mucho más esas imágenes de estos dos seres solitarios y perdidos, tratando de sostenerse (como pueden) en medio de la locura, sus desmesuras, su fragilidad.

la belleza y el amor provocan reacciones extraordinarias y a veces también miedo, inseguridades,
tocan un núcleo durísimo, perforan la máscara.

yo no tengo idea de qué definición le cuadra al amor y menos aún que sería un amor "sano".




Lilián

Oscar Cuervo dijo...

En cuanto a Crying, Mulholland Dr. creo que se perfila como la película de la década, al menos mi película de la década. ¿Hay otra superior? Dificulto. Es impresionante cómo en un par de minutos, con recursos puramente cinemáticos, Lynch te empuja a un desasosiego amoroso difícil de reparar. En esta escena no hay datos que conocer para que funcione de un modo demoledor.

No la incluí entre las 10 pero podría haber estado. Aunque algunas personas me dijeron que en realidad no sería tanto una película de amor (la estructura abierta que plantea Lynch permite varios puntos de entrada), aunque se podría señalar una cierta alusión a la ilusión, a la industria de Hollywood, al American Dream y a la American Nightmare, yo creo que la clave del amor prevalece en Mulholland Dr., y presento esta escena como prueba. Colocada en el centro neurálgico de la película, no hay lectura posible que no sea la amorosa, las dos chicas, ahora rubias, como variaciones de lo mismo, se juntan a llorar, separadas pero juntas, llorando por la ausencia de la Otra. La caja azul, el Club Silencio. El amor de Lynch es un dulce sueño amenazante, el peor y más hermoso final. Es a partir de este centro, de esta canción, de la Llorona, de todo el teatro temblando de amor y miedo (el Auditorio La Tribu temblaba el otro sábado cuando pasamos este fragmento) que la historia de la mafia hollywoodense -o lo que carajo sea que sucede- adquiere una intensidad emocional que no tendría si en el corazón de Mulholland no funcionara este amor desgarrado.
(Y van a aparecer los que digan que el amor no está manifestado en esta película, que lo que viven no es sano, etc. Pero esto es amor, una película de miedo peor que cualquier película de zombies o de endemoniados, quien lo probó lo sabe

Creo que ya tengo la película n° 1 de mi década 00.

Fabio dijo...

No creo que sea una pelicula para encararla por el lado del valor de la paternidad de los hermanos.
Sin embargo se presta a que sea interpretada por ese lado. Entiendo que la relacion con los hijos es central en la historia y esta cargada de un gran simbolismo:

Pareciera que los hermanos llenan un vacio en sus vidas de maneras muy distintas, Gena con su familia, y John con el exceso.
La confrontacion con esa realidad, en ambos casos, no llega por voluntad propia: la jueza es quien le quita la custodia de su hija a Gena, y la ex preja de John es quien le pide que cuide a su hijo un fin de semana.
A su modo los dos enfrentan esta realidad: Gena sigue los consejos de su psicologo y viaja a Europa, y John despacha al contingente de mujeres de su casa e intenta, de alguna manera, relacionarse con su hijo emprendiendo un viaje a Las Vegas. Pero en esta situacion forzada, esa redencion que se esepera de John, no llega. De la misma manera, Gena tampoco termina de emprender ese viaje para despertar su deseo interno.
Y es en ese momento cuando se refugian en el amor que se tienen el uno al otro, y es ese amor lo central de la pelicula.
Cuando Gena le compra las mascotas a John lo hace por amor, entendiendo el vacio de su hermano, intenta darle una familia. El rechazo de John, a ese acto de amor, pero a su vez a una nueva situacion forzada, la hace colapsar.
El momento en el que John echa al doctor, decide enfrenta finalmente su vacio, pero esta vez movido por el amor. Esa, creo yo, es de algun modo su redencion.
Gena, durante ese tiempo en el que fue inmersa en el amor y cuidado de John, logra hacer las paces con su realidad; comprende finalmente el amor de su exmarido por su hija, y que este no se traduce en amor por ella. Y lo acepta.


Un Peliculon. Necesito volver a verla, quizas me quede con una version de final feliz que no lo es tanto.

Saludos

P.D: Espero ansioso la refutacion de la interpretacion.

Lucas dijo...

El personaje que interpreta John cassavetes es Robert HARMON...HAMOR... Vendra de alli tu lapsus Oscar?? Los hermanos Harmon son Amor.
Creo que en el debate surgió la policia judicial, porque es lo más fácil. Juzgar a los personajes hace patear los problemas fuera de la cancha; ni ahi interrogarse. Me pregunto, porque juzgar a Sarah o a Robert, si la mirada de JC no nos propone nada de eso. El punto de vista de JC es sumamente tierno. Su mirada nos lleva a explorar los comportamientos de sus personajes, no a juzgarlos.
En esta pelicula, como en otras, JC hace que sus personajes se enfrenten con quienes son. Alli emergen sus deseos ocultos, sus maneras de dar hamor!! Love Streams tiene un plus que sus otras peliculas no tienen. Son ellos dos en accion : Gena, John o Sarah y Robert; desbordando amor en un torrente sorprendente

Todos amamos desde nuestra biografias.
Lucas

Chinasky dijo...

Yo no pude ir el sábado por motivos de salud (es probable que no vaya por un tiempo, snif), pero si sé que es un recurso muy común -como bien dice Lucas- juzgar a los personajes como forma de no cuestionar o cuestionarse lo que le pasa a uno, lo que lo mueve a uno el desde el film. Otro recurso, emparentado con el anterior, es encarar a los personajes desde lo psicologico. Estas dos maneras son los recursos más eficaces se escaparle el bulto al temblor, a esa intemperie que nos provoca el cine. Por eso lo amamos. A mí personalmente, me gusta ir desde el saber hacia el no saber. Vacío, preguntas, estremecimientos: del amor o del terror verdadero, como el que nos muestra Lynch en Mulholland o Inland Empire...

Ed Chinasky, el sedado (I wanna be sedated, cantaban los Ramones)